No recuerdo en qué vieja historia, un príncipe asiático, durante un interminable viaje en barco, le dice a un escritor argentino que en su país las plumas son más apreciadas que el oro o las piedras preciosas. El tema lo trae a cuento el príncipe por el comentario cortés del escritor sobre la pluma que remata su turbante. "Es una pluma de huma, un pájaro muy estimado en mi tierra", y lo ya dicho sobre el incalculable valor de las plumas.
Enseguida, el argentino se figura una pampa repleta de cadáveres de pájaros desplumados y siente un escalofrío...
Esta escena, leída y completamente olvidada, se me impone ahora, al escuchar a un amigo delirar del otro lado del teléfono.
-Dicen que el virus de esta puta pandemia podría mutar en los perros y volverse más dañino para la gente. Por suerte tengo gatos; pensá en la terrible decisión que tendrán que tomar quienes tienen perros... Hola, ¿me escuchás?
Ciro Reznik
No hay comentarios.:
Publicar un comentario