Presentación

Acerca de este espacio, diremos que no pretendemos nada fuera de lo común en propuestas de esta índole, salvo intentar eludir las clasificaciones difuminando sus fronteras, para que lo colindante –que por no reunir a rajatabla los presupuestos pertinentes, suele quedar afuera convirtiéndose en pérdida lamentable- entre, en el peor de los casos, por la ventana. 

Creemos que la consigna de literatura oscura relativiza esos límites muchas veces injustos. 

Por lo demás, la tarea que nos proponemos es ir reuniendo aquí aquellas lecturas y demás experiencias de placer que nos han impresionado por su oscuridad o, cuando menos, proporcionado una caricia perturbadora. Y también -Narciso obliga- lo que fijemos nosotros mismos en escritura para dar cuenta de ello. Porque, ¿a quién no se le escapa a veces, cuando lo que se experimenta “llega al hueso”, el susurro de un insulto ponderativo o hasta un irreprimible gritito de fascinación? Bien, creemos que un poema, un cuento o el simple comentario sobre un libro, film, canción, muestra de arte, etc., garabateados a vuelapluma, son, casi siempre, proyecciones, desbordes de una interna conmoción. 

Con respecto a esto último, tenemos la idea, difusa aún, de convertir el blog en un espacio interactivo con participación de nuestros eventuales lectores. 

Esperamos que el resultado sea una frondosa miscelánea de bellos difuntos exhumados y de sucesos culturales que ocurran por estos días, con el agregado de textos noveles vinculados a ellos bajo esa amplia divisa de oscuridad que decíamos. (Breve detalle digresivo: el diseño del pabellón que ondee sobre el edificio que pretendemos construir, bien podría ser un retazo de cielo gris, amenazante, surcado por un relámpago naciente. Un "estandarte de tormentas" al decir de Aldo Pellegrini.) 

¿Y qué tal, volviendo a la cuestión de la interactividad, la construcción colectiva de un folletín, como si se tratara de un monumental “cadáver exquisito” del cual los sucesivos participantes espiaran un poco el texto previo buscando alguna orientación? Una “construcción coral”, como señalara el amigo Julio Alonso. (Inevitable, al menos para nosotros, pensar en “El desafío del más allá”, aquel cuento polifónico que en los años treinta escribieran cinco de las mejores plumas del mundo pulp y se publicara en The Fantasy Magazine bajo la dirección de Julius Schwartz.) 

Resumamos. La propuesta, pasada a limpio, es la de un espacio de lectura y escritura atravesado por una consigna de oscuridad no demasiado rígida, donde concurran todos aquellos lectores dispuestos a aceptar esa tenue condición. El ingreso es irrestricto, naturalmente. Pero advertimos que el espacio se ocupará de despachar a quienes se acerquen a él ávidos de luz. Los materiales de construcción, como ya sugerimos: textos ajenos y propios. El visitante encontrará también imágenes y links que remitan a películas, videos, canciones, narraciones orales, etc., pero la materia prima será siempre la palabra escrita. 

Con total humildad declaramos que rezumamos literatura, que lo leído se nos cae del cuerpo. ¿Qué hacer con esos filones de oro verbal? ¿Qué mejor, en estos tiempos “egoístas y mezquinos”, que compartirlos? En eso estamos. Esperemos que salga. 

Una advertencia para prolijos: a pesar de organizar el blog en secciones, no somos precisamente unos amantes del orden y menos de la moderación (Sorry!, Marie Kondo). Este prólogo, extenso y caótico, es el botón que basta como prueba de ello. 
Románticos tardíos, nuestro orden es el de las bibliotecas más o menos olvidadas, polvorientas, donde la quietud, corrompida muy de cuando en cuando, respeta hasta las telarañas que no caen por su propia vejez. O el de las librerías de viejo, donde no hay más orden que el dispuesto por el azar. “Donde cae, cae”, como decía un librero indolente, ya fallecido, encogiéndose de hombros cada vez que se lo consultaba sobre la clasificación del material en el hipogeo en el que trabajaba. Calle Talcahuano, años setenta. De modo parecido, nuestros textos caerán donde caigan. Un bohemio jamás endereza su corbata. 

Robert E. Howard, Ricardo Jaimes Freyre, John William Waterhouse, Clark Ashton Smith, H. P. Lovecraft, Lucio V. Mansilla, Ian McEwan, Manuel Mujica Laínez, J. K. Huysmans, Marcel Schwob, Ken Russel, Patrice Chéreau, Jean Lorrain, M. P. Shiel, Vernon Lee, Julio Herrera y Reissig, Publio Ovidio Nasón, Domingo Faustino Sarmiento, Homero, J. R. R. Tolkien, George R. R. Martin, Edgar Allan Poe, Hermann Melville, Nathaniel Hawthorne, Irene Papas, Joseph Sheridan Le Fanu, Robert Aickman, Bram Stoker, Stephen King, Clive Barker, Olga Orozco, Valentine Penrose, Gustave Moreau, Mario Praz, John Everett Millais… y es absurdo insistir en la enumeración, seguramente infinita (o finita, pero no antes de que pasemos a mejor vida). Fue sólo un intento de indizar nuestro programa de trabajo para que vea el lector hacia dónde vamos, y darnos un poco de lustre. 

Cerramos esta larga presentación (aunque esperamos que no fastidiosa), saludando a la madre de las publicaciones fantásticas, la mítica Weird Tales, encerrando en su nombre nuestro agradecimiento a las publicaciones impresas y virtuales (demasiadas para enumerarlas) que nos parecen señeras en esto de la literatura oscura.

Perdón por  "la lata" y bienvenidos.


Los editores

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